Presente en todos los frentes, el 306A se consolidó como un efectivo bombardero táctico, llevando a cabo misiones puntuales de suma importancia. Una versión con cuatro cañones en proa (2x20mm+2x30mm), y soportes subalares para cargas superiores a los 1000kg se introdujo más tarde, cuando la SGM se encontraba ya en su fase definitoria luego de la gran derrota de nazi-fascista en Kursk.
Un C30 de los tantos suministrados al Eje con escarapelas húngaras enseña el esquema característico de la Luftwaffe.
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