Ampliamente utilizado durante los conflictos estúpidos de la década del cincuenta, este pequeño reactor de dos turbinas tuvo un desempeño formidable, muy por encima de lo calculado, aunque su planta impulsora comenzó a acusar un desgaste bastante acelerado después de una serie de misiones, lo que acarreaba el inconveniente de una puesta a punto que les quitaba por más de una semana o diez días de combate para ajustes.
Este 778A (RDS-9827GF), se perdió misteriosamente frente a las costas Ásakas en octubre de 2011, durante las operaciones "Mero 3". Si bien se desconoce el motivo de un muy probable accidente, se especula con una falla de navegación que pudo haber posicionado al aparato en una zona de riesgo que le haya obligado evadir al enemigo a una cota muy baja para la que no es común su operativa.
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