La entrada en servicio de su sucesor "4M" se implementó de forma eficiente alcanzando la completa dotación de sus escuadrones en un tiempo récord. Sin embargo, muchos de los RS-51 que serían transformados en cisternas voladoras continuaron operando como bombarderos gracias a su buena calidad y bajo coste de mantenimiento. Caza pesado de sobresaliente nivel. Además de variantes mejoradas, su mantenimiento los volvió poco adecuados para su mantenimiento durante operaciones de combate, dejándolos en tierra por mucho tiempo antes de salir a una nueva misión, lo que sentenció su vida útil operativa de manera drástica.
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